Desapariciones misteriosas sin resolver

Desapariciones misteriosas sin resolver

Las desapariciones misteriosas sin resolver abundan en los archivos policiales pero también en el imaginario de los sucesos paranormales.

“La tormenta terminó, mar en calma. Dios está por encima de todo. ”

15 de Diciembre de 1900.

Estas palabras tan dulces que parecen casi una oración, se llevaron para siempre el secreto de este caso verídico.

desapariciones misteriosas sin resolver

Desapariciones misteriosas en Gran Bretaña

 

Las islas Flannan, también llamadas Siete Cazadores, son un conjunto de siete pequeñas islas rocosas que forman parte de las Hébridas Exteriores, en la costa occidental escocesa.

Aunque los pastores de las Hébridas llevaban a sus ovejas a pastar allí en verano, han estado casi siempre deshabitadas, pues se decía que traía mala suerte pasar la noche en las Flannan. Lo que no se sabe es si ya se hablaba de desapariciones misteriosas sin resolver.

El nombre es debido al obispo irlandés Flannan, que en el siglo VII se trasladó a vivir en Eilean Mor, donde edificó una capilla, de la cual todavía quedan restos, y donde se quedó como eremita hasta su muerte.

Precisamente, Eilean Mor, es la mayor de esas islas y en gaélico escocés significa Gran Isla Negra, aunque apenas tiene 17 hectáreas de extensión, unos 500 metros por 200 metros aproximadamente.

Debido al peligro que aquella latitud representaba para los marinos, y a los numerosos naufragios acaecidos en la zona, en 1895 se inició la construcción de un faro de 23 metros de altura en Eilean Mor. Además del faro y la casa de los fareros, hubo que construir un embarcadero, escaleras y hasta una pequeña vía férrea para subir hasta el faro los barriles del queroseno que alimentarían la lámpara. Por lo tanto, el faro no comenzaría a funcionar hasta el 7 de diciembre de 1899.

 

El misterio de las Hébridas

 

Durante el primer año de actividad, en el faro trabajaron cuatro personas, todos hombres de mar expertos, que se turnaban de modo que siempre hubiese tres en la isla y un cuarto en tierra: cada seis semanas uno de ellos descansaba y volvía a tierra firme por dos semanas. Cada 15 días, el barco Hesperus llevaba todo lo necesario hasta Eilean Mor y traía de vuelta a Escocia a uno de los fareros. Para no depender exclusivamente de los víveres acarreados por el barco, los hombres criaban sus propias ovejas y gallinas, cultivaban un huerto y pescaban. De todos modos, se hallaban incomunicados en la isla, que habitualmente era observada desde tierra mediante un telescopio.

En caso de emergencia, los fareros contaban con un sistema de señales con banderas de colores, pudiendo izar la bandera correspondiente. Sin embargo, el faro era muchas veces ocultado por la niebla, por lo cual no había garantía de que en caso que se izara la bandera, fuera vista desde tierra.

 

El misterio del faro de las islas Flannan

 

El 6 de diciembre de 1900, Joseph Moore zarpó en el Hesperus para disfrutar de su descanso y dejó en la isla a James Ducat, un veterano con más de 21 años de experiencia, como farero principal, Thomas Marshall como primer ayudante y Donald Mc Arthur como segundo ayudante, sustituyendo a William Ross, de baja por enfermedad.

De izq. a derecha: D. MacArthur, T. Marshall, J. Ducat y quien los contrató R. Muirhead

La luz del faro fue visible el 7 de Diciembre y aunque los 4 días posteriores la niebla la obscureció, fue vuelta a ver el día 12.

El faro emitía una luz que destellaba 2 veces cada medio minuto, siendo visible hasta a 24 millas náuticas. En condiciones óptimas de tiempo, podía verse desde una distancia de hasta 40km.

“Sufrimos vientos como no he visto en 20 años… El señor Ducat se encuentra muy tranquilo… pero Mc Arthur ha estado llorando…” 12 de Diciembre de 1900.

“La tormenta continúa… Hemos estado rezando…” 13 de Diciembre de 1900.

Leyendo el registro diario del faro escrito por Thomas Marshall, resulta bastante extraño que viejos lobos de mar como ellos se asustasen por una tormenta hasta el punto de llorar, o rezar.

 

Desapariciones misteriosas

 

La fecha de regreso a la isla de Joseph Moore debía ser el 20 de diciembre, pero el mal tiempo pospuso el viaje hasta el 26 de diciembre. Finalmente, cuando el Hesperus fondeó frente a la isla y un bote se acercó al embarcadero, Joseph Moore y los otros, pudieron ver que la bandera de bienvenida no había sido izada. A pesar de hacer sonar la sirena del barco y lanzar una bengala, nadie se acercó a recibirles.

En el muelle había muchos desperfectos producidos seguramente por el temporal: cajas rotas, un salvavidas arrancado de su soporte, varios raíles de metal doblados, pero no había señales de que se hubiese realizado ninguna reparación.

faro de Eilean Mor, interior

Joseph Moore subió los peldaños tallados en el acantilado hasta el faro. Al llegar comprobó que la puerta de la casa de los fareros estaba cerrada con llave, y tras abrirla observó que en el interior, las 3 camas estaban deshechas, había restos de comida y una silla volcada, el reloj se había detenido por falta de cuerda, y la chimenea parecía haber ardido hasta quedarse sin combustible; asimismo, en la casa estaba el traje impermeable y las botas de agua de Mc Arthur, pero no los de Ducat y Marshall.

Las normas de la compañía establecían que jamás se debía dejar el faro sin vigilancia.

¿Por qué Mc Arthur habría salido al exterior sin su ropa de agua?
La lámpara del faro estaba en perfecto estado y tenía combustible, aunque se encontraba apagada. Por lo demás, todo parecía estar en orden, pero no había rastro alguno de Ducat, Marshall ni Mc Arthur.

La última anotación del diario del faro era de las 9 de la mañana del día 15 de diciembre, decía, literalmente:

«La tormenta ha terminado, el mar está en calma. Dios está sobre todas las cosas».

Justo cuando varios mercantes habían confirmado que habían dejado de ver la luz. Por lo tanto, lo que quiera que hubiese pasado, ocurrió ese día, en la franja de tiempo entre esa anotación y el momento en el que el vapor Archtor pasó frente al faro y lo vio apagado.

 

Conclusiones de desapariciones misteriosas reales

 

«Ha ocurrido un horrible accidente en las Flannans. Los tres guardianes, Ducat, Marshall y el ocasional (Mc Arthur) han desaparecido de la isla. A nuestra llegada esta tarde no hemos visto ningún signo de vida».

Telegrama enviado por el Capitán del Hesperus.

Noticia original y Traducción

Finalmente, Robert Muirhead, a quien se ve en el extremo derecho de la foto tomada a los hombres, y que era quien les había contratado, concluyó que lo más probable era que los tres fareros hubieran sido arrastrados por una gran ola de las que se conocen como olas monarca. Probablemente mientras estaban en el exterior reparando los daños.

Dado que se trataba de tres fareros veteranos a nadie convenció que hubieran sido sorprendidos de esa manera. Así que, hubo otras hipótesis: quizá Mc Arthur, que permanecía en el faro, al ver acercarse las olas gigantes hacia sus dos compañeros que se hallaban fuera, corrió a prevenirles.

Pero aunque las conclusiones resultaran creíbles, hasta la lógica de los testigos se planteaba innumerables interrogantes sin respuesta para aquellas desapariciones misteriossa sin resolver.

 

Desapariciones y portales dimensionales

 

Las desapariciones y los portales dimensionales como explicación de las mismas, se vuelven factibles cuando nada más parece encajar.

¿Cómo dos hombres con la experiencia de Ducat y Marshall se aventurarían de esa manera en medio de un temporal?

Y si Mc Arthur corrió a avisarles y no tuvo tiempo ni de ponerse el traje de agua, ¿por qué se paró a cerrar con llave la puerta de la casa?

También se sugirió que uno de los fareros podría haber caído accidentalmente al agua y los otros dos también, al tratar de rescatarlo, o que uno de los tres había enloquecido, asesinado a los otros, arrojado sus cuerpos al mar y suicidado después.

Sin antecedentes violentos, discusiones previas ni signos de lucha esto también parecía improbable.

Después de concluida la investigación el faro siguió funcionando con un nuevo equipo de hombres. En 1925 fue modernizado con un telégrafo inalámbrico, y en 1971 al ser automatizado, se prescindió del personal, a excepción del de mantenimiento.

Actualmente el faro sigue en funcionamiento, pudiendo usarse como refugio dado que cuenta con heli-puerto.

 

Eilean Mor

 

Hasta los supersticiosos habitantes de las Hébridas, hicieron su propia teoría de acuerdo a la mala fama de las islas, atribuyendo las desapariciones a una criatura de la mitología escocesa, el kelpie, un espíritu acuático capaz de cambiar de forma.

Un Kelpie suele aparecer con forma de caballo pero puede engañar imitando la apariencia de un ser humano, aunque siempre mantiene sus cascos de caballo.

La historia verídica y sin solución sirvió de inspiración para varias obras artísticas. En 1912 Wilfred Gibson publicó el poema “Flannan Isle”, inspirado por el relato de Joseph Moore. Según Moore, cuando desembarcó del Hesperus en la isla, vio tres aves negras que después de observarle desde las rocas, se alejaron volando.

A partir de esta observación del marino, el poeta escribió su poema imaginando que los hombres habían sido convertidos en aves por algún ser sobrenatural.

Kelpie

Años después, en el festival de Edimburgo de 1980, se presentó la ópera El faro. La pieza fue compuesta por Peter Maxwell Davies, que se inspiró en la misteriosa desaparición sin resolver. Durante una entrevista, el compositor reconoció que había visitado Eilean Mor.

“En esa isla tuve un sentimiento de tensión, simplemente paseando, es como si nos rodeara una legión de fantasmas”, dijo Davies.

La oscura historia de Eilean Mor, la isla de la mala suerte, quedó inmortalizada, y con ella, la memoria de sus víctimas.

 

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