Un Test de personalidad para conocerme

Un Test de personalidad para conocerme

Test de personalidad para conocerte

Puede que haya un test de personalidad para conocerme,

O NO

¿Y para qué sirven esos cuestionarios entrometidos ?

“Para comerte mejor…”, decía el lobo de Caperucita Roja.

Ha sido un lapsus personal, quería decir “para conocerte mejor” y me salió “para comerte mejor”, para fagocitarte, para encajarte en una categoría o en unas cuantas, para clasificarte como apto para esto o para aquello.

Puede que el problema sea estar confundiéndolo todo, algo que a los seres humanos se nos da de maravilla.

Según el Diccionario, (¿para qué nos vamos a complicar?), la personalidad tiene 2 acepciones que la definen, a saber:

  1. Conjunto de rasgos y cualidades que configuran la manera de ser de una persona y la diferencian de las demás.
  2. Circunstancia de ser determinada persona.

 

Estupendo. ¿Y eso qué tiene que ver con el VERDADERO AUTOCONOCIMIENTO?

 

5 Ventajas y desventajas de los test de personalidad para conocerte:

 

Un Test de personalidad para conocerme

 

 

  • Son súper divertidos
  • Te hacen perder muchísimo tiempo
  • Cuando te dan la razón, te encanta
  • Si revelan tu lado oscuro, te llenan de inseguridad  
  • Es nuestro primer acercamiento a la Psicología cuando somos adolescentes (y a veces, el único)

 

Tengo un gran respeto por la Psicología y los psicólogos, así que espero que si hay alguno leyendo esto, se lo tome con humor.

Se puede decir que existen test de personalidad PARA CONOCERTE MÁS Y MEJOR, si están en manos de un profesional cualificado que sepa aplicarlos e interpretarlos cuando sea menester hacerlo. Lamentablemente, en algún momento, se pusieron de moda para todo y entonces se volvieron inútiles.

Los tenemos en internet y en las revistas, cumpliendo la misma función que un crucigrama o una sopa de letras. ¿quién no ha hecho alguno? Eso a nivel de ocio, pero también se han extendido como la peste por los Departamentos de Recursos Humanos de muchas empresas, que los aplican a sus aspirantes a empleados con la misma gracia con la que se consulta el horóscopo.

 

¿Qué es inclasificable?

En el mundo animal los inclasificables se reúnen bajo el nombre de protoctistas o protistas. Pero si te preguntas si verdaderamente hay test de personalidad para conocerte mejor, tú deberías ser el primer inclasificable. Cada ser humano es inclasificable en esencia. 

De derechas, de izquierdas, apolítico, ecológico, ateo, creyente, tímido, histriónico, psicópata, mal bicho, santo… Se puede llenar un libro con los adjetivos que describen a cada persona. Tus opiniones y tus gustos cambian, cambiarán, cambiaron. ¿Te definen?

Nos han enseñado a meter bolitas en casilleros, a clasificar, a numerar del 1 al 10, a calificar, aprobar y desaprobar. Dan igual tus adjetivos o los míos, porque todos somos un poco de todo, más de esto que de aquello, depende…

¿De qué depende? Se pregunta Jarabe de Palo

De las circunstancias, de nuestro cambio. ¿Qué importa?

Nos forzamos y nos fuerzan a permanecer en ciertas casillas, las más “populares”, las que “aprueban”, y allí estamos, encasillados por unos cuantos adjetivos aceptables.

Pero debajo de la corteza, ¿qué somos? ¿Qué nos apasiona? ¿Qué tememos? ¿Estamos dónde queremos estar? ¿Y dónde queremos estar? Si realmente quieres CONOCERTE MÁS Y MEJOR SIGUE ESTE LINK. 

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Autoconocimiento extremo

 

Todos estamos viéndonos como a través de un velo, un velo que tenemos miedo de romper. A veces se hace más denso, y otras casi transparente, como en la imagen de los Bajos Astrales. Como la cueva de Platón: una eterna obra de teatro de sombras chinescas.

Imagínate encima de un escenario, viviendo tu vida, haciendo lo que habitualmente haces. El único espectador eres tú mismo, observándote hacer desde el patio de butacas.

¿Cómo caminas cuando vas por la calle? ¿Qué miras? ¿Miras? O quizá vas metido en tus cosas.

Ir metido en las cosas, esas cosas que al nombrarlas “mis cosas” o “mis asuntos”, o “lo mío”, suenan indescifrables y muy importantes, pero sobre todo, privadas. Ir metido en tus cosas, es estar pensando en todo menos en lo que está pasando en el presente. Es otra excusa de la mente para enredarse en el futuro o en el pasado.

Yo solía ir metida en mis cosas, hasta que un día me crucé con mi padre por la misma acera, a un metro de distancia, y solo le vi cuando él me tocó y me llamó por mi nombre. Entonces desperté.

Eso no significa que haya dejado de andar por ahí metida en mis cosas, pero lo hago solo si no me pierdo todo el presente; es decir, que lo hago pero poco. Podría decirse que soy capaz de abstraerme hasta la disolución, en especial cuando hay demasiado ruido. Pero no dejo de ver a los gorriones que salen de debajo de los setos, no dejo de ver el movimiento de las nubes en el cielo; mantengo vigilada a la luna, porque me fascina. Voy pendiente de los cambios de colores del otoño, de los nidos, de las idas y venidas de las cigüeñas.

Es cierto, presto poca atención a las personas y sus apariencias, mea culpa. Ya acaparamos como personas demasiada atención, como si fuésemos más importantes que esos pájaros o aquellas hojas. ¿No te parece?

 

Las apariencias engañan

Quizá sea el problema de usar test de personalidad para conocerte mejor, creerse realmente que te describen y sirven para el autoconocimiento.

¿Y tú quién eres? ¿Eres tu coche, tu casa, tu ropa, tu trabajo, tu cuerpo?

Todas las respuestas responden a qué pero no a quién.

¿Quién?

Mira tu sombra en la cueva de Platón: ¿Te gusta la silueta? Puede que no, pero es solamente el contorno de un envase.

Observa tu comportamiento sobre el escenario: ¿Sonríes? ¿Hablas solo? ¿Llevas ceño dibujado para que nadie se te acerque?

Un Test de personalidad para conocerme

No abandones la sala pero cambia la perspectiva: vuela por encima de ti mismo como un dron imaginario. Observa tu andar, tu charla y tu actitud a vuelo de pájaro. Compadécete del cuerpo que no te deja volar; piensa en lo débil y frágil que pareces desde la altura.

Entonces baja, mírate a los ojos. ¿Quién eres, quién? No hace falta contestar.

El test de personalidad para conocerte te muestra la corteza, pero debajo de la corteza, ¿qué somos? ¿Qué nos apasiona? ¿Qué tememos? ¿Estamos dónde queremos estar? ¿Y dónde queremos estar?

La respuesta de quiénes somos no tiene importancia porque esto no es un examen ante ti mismo.

La respuesta es, que mientras te observas en el escenario, estás viviendo cada momento en plenitud. Las opiniones y gustos que deriven de esas vivencias son secundarias y anecdóticas.

De hecho, si te preguntas quién eres, es porque ya lo sabes. Solo tienes que descubrirlo.

DESCÚBRELO AQUÍ

“No me buscarías si no me hubieses encontrado”, Blaise Pascal.

 

Este artículo que no tenía planeado, fue inspirado por el bello comentario que dejó el escritor Alex Padrón en mi artículo Vísteme despacio que tengo prisa.

 

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